miércoles, 22 de noviembre de 2006

003 - 3 de Abril de 1982


Estuve recorriendo muchos lugares en estos años, pero no tengo ánimos para salir del territorio argentino, es como si una barrera invisible me dijera que no debo cruzarla. Quizás solo es mi imaginación y lo más seguro es que esa imposibilidad, está solo en mí; pero sé muy bien que las respuestas a todo las encontraré aquí. 
He cambiado mi nombre de cuando en cuando, porque no quiero levantar sospechas. Y trato de no quedarme mucho tiempo en un mismo lugar. 
En estos días he estado por la región sur, un paisaje hermoso y de un clima agradable en los primeros días de abril. 
Salí temprano por la calle lateral a mi casa, que lleva directamente a la avenida Antártica Argentina, una calle alegre con vistosos edificios que se mueve paralela a la costa oceánica. Entré en el bar restaurante de mi vecino, don Rodolfo Hilts, para desayunar, mi ya acostumbrado café con leche y medialunas; él estaba de un humor inusual y en cuanto me vio entrar se adelantó secando sus manos en el delantal beige. “Me imagino que ya sabe, hemos recuperado las Islas Malvinas” me dijo con lágrimas en sus ojos. Creo que esto debe ser algún tipo de aliciente que el gobierno actual tiene que promover para mantener una unificación en el país. Por alguna razón, en estos años de ir y venir mis ideas están más en desacuerdo con los gobernantes.

El viento está más frío cuando camino por la calle hacia la zona sur de la ciudad, los sábados nos reunimos con un amigo en su casa para hablar y comer asado, que es otra costumbre que he adquirido con los años; y de la cual no me arrepiento. 
Al cruzar el Río Chubut, sentí una sensación muy extraña. Cerré mis ojos y una angustia invadió mi alma, al punto que llevé instintivamente mi mano al pecho y presioné mi saco con fuerza. La imagen de una mujer joven despidiendo a su amado se dibujó en mi cabeza y una tristeza hizo un nudo en mi garganta. El la tenía sostenida por los hombros, la beso y se alejó con rumbo a la estación de buses. Ella solo lo miró alejarse firme y resuelto. Sentí que a ella le gustaba mucho verlo en su uniforme militar; pero aún así no podía dejar de sentir esa angustia de saber que nunca lo vería de nuevo, y abrí mis ojos para dejar de sentir estas sensaciones.



Parado frente a la casa, creo que no hay nadie en ella y eso me parece extraño; de todas maneras toco el timbre de la hermosa casa blanca con un revestimiento de mármol rosado, traídos de mi querida Córdoba. Rodeo la casa por un pasillo pequeño con piso de mosaicos rojos hasta la puerta lateral y una vez más llamo a la puerta, pero nadie responde, ni siquiera su pequeño perro. Cuando se ausenta, deja con su vecino algún recado. Pero en esta ocasión su vecino no sabe nada de él; así que tranquilamente me siento en la entrada a esperarlo, solo viendo pasar la gente por la calle de cemento añejado. 
Viendo que hoy no será un día común, luego de un tiempo, regreso a casa con una sensación agria en la boca. 
Llega la tarde, y las nubes que se mueven rápidamente por el viento, me dan la impresión de que los minutos se mueven a la misma velocidad. Cuando miro el reloj de la pared, me señala que aún no son las 6 de la tarde. Las sombras se proyectan de una forma extraña, y al fijar mi vista en un punto de la calle los contornos de mi visión se ven con extrañas manchas rojas. “¿Qué es esto, sangre?” digo. La habitación se oscureció. Imposible que mi constitución esté fallándome. 
Mi mente está protegida, es casi un acto reflejo en este punto de mi vida, pero alguien pudo invadirla incluso así. Cierro mis ojos e intento tranquilizarme, pienso en el gran desierto donde puedo ver todas los seres que me rodean; incluso a mis espaldas, y ahí está. Una persona con aspecto siniestro, sus manos metidas dentro de grandes mangas del manto que cubre su cuerpo encorvado. “Ellos querían que te encontrara. Pero yo tengo mis propias razones para buscarte” dice con voz gastada. “Veo que no podré acercarme más y eso me agrada pues eres un digno oponente”. 

~ Próxima Entrega Domingo 26 de Noviembre del 2006 ~

6 comentarios:

Tao dijo...

Maldito Mirko dejador de leche... Sera mejor q cumplas con el horario por q si no voy con todos los pungas y te patoteamos...

Anónimo dijo...

muy bueno quier leer mas!!!

Tannnk dijo...

"Dejador de leche"...
Nunca mejor dicho...

Esperamos mas mirko...

Ruben dijo...

Me gusta. Mas.

Unknown dijo...

Me uno... QUIERO MÁS!!!

Dalla Daniel dijo...

asdasdasd me enkntan ese tipo d eluxas y wow ke te paas muy bunea te esta kedando O_O